Verano en Enero
Este invierno hacía mucho frío
en Moscú. Durante tres o cuatro días estuvimos a casi a cuarenta grados bajo
cero. Nos sentíamos muy mal y por eso mis
amigos y yo decidimos ir a un país tropical para descansar un poco, tomar el
sol y entrar en calor. Elegimos la India, Goa, porque habíamos escuchado muchas
cosas fascinantes sobre este lugar.
Seis horas de vuelo, y estamos en
verano, a treinta grados sobre cero. Yo nunca había visitado Asia antes y por
eso al principio todo me asombraba: mucha gente en las calles durante todo el día,
unas vacas flacas que paseaban tranquilamente por las playas, conducción sin
ningunas ordenanzas, ruido, basura dondequiera... Además, no hay pasos de peatones y sendas en India y por eso ir a lo
largo de la calle o simplemente cruzarla es una tarea bastante difícil.
Pero sólo dos días después nos acostumbramos y comenzaron
a notar lo que era más importante: el océano Índico muy claro y cálido, con
estrellas del mar pintadas y arañas del mar pequeñas, las playas anchas y
limpias, las personas amables y simpáticas. Todos los días nos bañábamos,
tomábamos el sol, desayunábamos en la playa, jugábamos al balonmano y comíamos
frutas muy dulces y jugosas.
Pero la parte del día más maravillosa era la
noche, especialmente la puesta del sol. En Goa el sol se pone al mar y todos
pueden hacer fotos preciosas o solamente admirar la vista. Cada noche íbamos a otras
ciudades y playas para mirar la puesta del sol de lugares diferentes. Luego paseábamos
o tomábamos refrescos en un café. Fueron las noches mágicas.
Además, fuimos de excurciones, vimos una
cascada muy alta, montamos en elefantes, visitamos el templo de Ganesha (el dios
indio con la cabeza de elefante), ofrecimos plátanos a los, paseamos por la
jungla y probamos muchos platos exóticos, muy picantes, pero casi siempre muy
sabrosos. También visitamos un mercado nocturno donde compramos suvenires
baratos muy buenos.
Cuando después dos semanas tuve
que volver a Rusia, estaba triste y no quería que nos fuéramos. Intendí que
India es mejor lugar para descansar. Los turistos se sienten totalmente libres
allí. Goa está lleno de costumbres de las culturas y religiones diferentes. Hay
facilidades variadas, y cada persona puede econtrar lo que quiere en ese
estado. Entonces, nosotros decidimos que sin falta iríamos a Goa una vez más el
próximo enero.
Tatiana Fedótova
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