Por amor al arte.
Por Verónica Pérez Konina Yo nací en una familia de escritores, más bien de escritoras. Mi abuela por parte de padre, Carmen Lovelle, había escrito en 1961 una novela corta que se publicó en Lunes de Revolución . Se llamaba Diario de una mujer . Tuvo mucho éxito; mi abuela se hizo famosa de la noche a la mañana, por lo menos en Oriente, donde vivía. Incluso la llamaron desde La Habana y le propusieron que escribiera guiones de radio para una emisora. Pero mi abuela no se atrevió a dejar aquel pequeño pueblo cerca de Palma Soriano, Palmarito de Cauto, donde vivía. Hubiera tenido que cambiar completamente su vida. Ella era de origen gallego, y siempre había tenido los pies bien firmes sobre la tierra. Estaba casada, tenía cuatro hijos que seguían necesitando su atención, y ya en esa época tenía también varios nietos. No había podido hacer ninguna carrera universitaria, y a pesar de hablar bastante bien en inglés y haberse leído toda la literatura que estaba a su alcance, sól...