Una historia de mi pasado.
En 1992 yo trabajaba en Ginebra, Suecia, en la Misión pernamente de la Rusia adjunto a la ONU. Los empleados de la Misión no ganaban mucho dinero. Por eso una variante era buscar algo para ganar más. En Suecia la gente vendía los coches usados muy barato (podía comprar un coche bastante bueno desde 700 hasta 1500 francos de Suecia), porque así no tenía que pagar por su destrucción. Los empleados de la Misión los compraban, los arreglaban y los llevaban a Rusia para venderlos allí bastante caro.
Una vez el día prinero de abril mis amigas y yo inventamos una broma. Pusimos un anuncio diciendondo que un coche usado en buen estado se estaba vendiendo por 100 francos de Suecia. Y escribimos nuestro teléfono.
Mucha gente creyó en el anuncio y nos llamó. Les dijimos que era unaa broma y los felicitamos con el Día del Loco.
Pero uno de los hombres no entendió nada. El nos agradeció por la felitación y una vez más preguntó sobre el coche. Mucho tiempo probamos explicarle que era la broma. Al final tuvimos que anunciarle que el coche estaba vendido. Se puso muy triste.
Lo más divertido era que éste fue un empleado que ya compró coches usados tres veces muy baratos, pero ninguno llegó a Rusia porque estaban muy viejos y por eso costaban tan poco.
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