Diario de una Infeliz (Nace mi tío Eduardo)
Enero 16 de 1953. El día dos del corriente mes me nació el otro hijo. Ha nacido con el pan debajo del brazo, porque ese mismo día empezó la zafra. Dicen las comadres supersticiosas que a los niños hay que ponerles el nombre que tienen por el almanaque porque de lo contrario pierden la gracia. A veces respeto las tradiciones y las supersticiones, pero ésta no la voy a respetar. Ni creo en eso tampoco. Le pondré a mi hijo Eduardo, como el difunto Chibás. En los últimos meses no he podido escribir en mi querido diario. Porque veo que las mujeres, cuando estamos a punto de ser madres, es cuando más cerca estamos de la bestialidad. No sé si me explico bien. Cuando una mujer está en estado de gestación, el instinto natural la obliga a cumplir sus necesidades corporales, y olvidarse de los problemas espirituales. Es la madre naturaleza la que protege a la criatura que se está formando. Últimamente, yo ni tan siquiera leo los periódicos. Dejaré de escribir también po...