El último día de mi infancia.


Cuando tenía 11 años después de la escuela casi siempre iba a casa de mi  mejor amiga  o nosotras íbamos juntas a mi casa. Ella vivía más cerca de escuela que yo. Teníamos que cruzar una calle cuando íbamos a mi casa.

Un día de otoño de 1993 fuimos a mi casa porque mi abuela hizo pasteles (ella cocía pasteles riquísimos). El día era buenisimo, hacía sol, había un tiempo muy agradable, veranillo de San Miguel. Estábamos de buen humor.

Cuando llegamos al cruce de las calles el semáforo estaba de verde. Pero no pudimos cruzar la calle: los tanques pasaron por nuestra calle. Nosotros tuvimos un miedo mortal, no sé cómo describir el sentimiento de terror que yo sentí en aquel momento (como si la guerra llegó a nuestro barrio). Estos carros de combate infundieron terror en dos niñas de 11 años y en otra gente que estaba en la calle. Volvimos a casa de mi amiga. Llamé a mi abuela para decir dónde estaba.

Más tarde nosotras leímos en el sofá, comimos las ciruelas tan grandes como berenjenas y vimos en la tele como los tanques (que nosotras habíamos visto sólo poco tiempo antes) tiraron contra La Casa Blanca Rusa (Casa de Gobierno). Algo cambió  aquel día. Creo que fue el último día de mi infancia.

Anastasia Zavarzina

Комментарии

Популярные сообщения из этого блога

ГОРОД ТВОЕГО ДЕТСТВА

Una suegra macabra