Historia de unas gafas.

Somos gafas. Si, unas gafas rectangulares, hechas de plástico y cristal con dioptrias. ¿Para qué servimos? Para hacer completa y feliz la vida de la gente con mala vista. Pero durante tres meses vivimos en una caja de cartón con otros objetos olvidados. Oiga nuestra historia. Nuestra proprietaria se llama María. María es miope. Por razones médicas complicadas su médico le prescribió gafas, no lentillas. Sus padres nos compraron. Cuando vimos a María nos gustó mucho esa chica de 17 años, alta, delgada, con el pelo largo y rizado. ¡Muy guapa! Pero su reacción fue más negativa. Nos probó, se miró en el espejo y dijo: "Nunca". Después nos puso en una caja de cartón con otras cosas: lápices, bilografos usados, cartas, prescripciones. ¿Por qué? Como otras chicas inteligentes y serias, Maria no estaba segura de sí misma y odiaba las gafas. Desde ese momento y hasta la semana pasada vivimos en una caja debajo de un armario con estanter...