Mi infancia en la casa de campo

Cada verano de mi infancia lo pasaba en la casa de campo con mis abuelos y mi prima menor. Fueron veranos ardientes e infinitos. Entre los vecinos casi no había niños de nuestra edad. Por esa razón pasábamos todo el tiempo juntas, jugando y montando las bicis. Es una inclusión muy especial que aparece entre dos personas después de pasar mucho tiempo juntas sin nada que hacer. Veíamos la casa y el jardín como un mundo muy especial. Para no aburrirnos tanto teníamos que inventar juegos. Cada día cambiábamos de personalidad: princesas, hadas, brujas, personajes de las películas variadas. Los adultos siempre eran nuestros enemigos y nos escondíamos de ellos como si fuéramosespías. En los momentos de crisis creativa veíamos la tele. Esa actividad incluía un juego también. Teníamos que decir muy rápido el personaje que veíamos y la primera podía ser este personaje. La segunda tenía que elegir uno de los demás. En calidad de prima mayor, yo siempre tenía el mejor persona...