Mujer demoníaca

Traducción de un cuento original de la escritora rusa Teffi.




En primer lugar la mujer demoníaca se distingue de la mujer ordinaria por su manera de vestir.
Viste una sotana negra de terciopelo, cadenita en la frente, pulsera en el tobillo, un anillo con un agujero para el cianuro potásico que sin falta le van a mandar el martes que viene, estilete detrás del cuello, rosario en el codo y el retrato de Oscar Whilde en la liga derecha.
Lleva además algunas prendas habituales pero en lugares poco comunes.
Por ejemplo, el cinturón para ella es un artículo que debe llevarse en la cabeza, un pendiente es solo para la frente o el cuello, el anillo es solo para el dedo pulgar, el reloj de pulsera para el tobillo.
Sentada a la mesa, la mujer demoníaca no come nada. Nunca come.
-      ¿Para qué?
Su posición social puede ser absolutamente diversa, pero la mayor parte de su vida está dedicada a ser  actriz.
De vez en cuando se trata de una mujer divorciada.
Pero siempre hay algún misterio en ella, ya sea algún sufrimiento sea alguna herida, de la cual no podemos hablar, de lo que nadie sabe nada.
-      ¿Para qué?
Sus cejas están levantadas trágicamente, sus ojos -  semicerrados.
Su admirador la acompaña después de un baile y habla con ella de una manera lánguida de erótica estética desde el punto de vista de un esteta erótico...De repente ella dice estremeciendo todo su cuerpo: 
-    ¡  Vamos a la iglesia, mi querido, vamos ahora, pronto! Quiero rezar y sollozar antes de la salida del sol.
Pero la iglesia está cerrada por la noche.
Su amable admirador le propone ponerse a llorar justo aquí, sobre el atrio, pero ella ya no quiere nada.
Ella sabe que está maldita, que no hay salvación, y declina la cabeza con obediencia.
-      ¿Para qué?
La mujer demoníaca siempre siente una irresistible atracción hacia los libros. Muy a menudo escribe en secreto novelas y versos libres. Aunque nunca los lea a nadie.
-      ¿Para qué?
De paso dice que un crítico famoso Aleksandr Aleksandrovitch, con riesgo para su vida, se apoderó de su manuscrito. Cuando lo leyó, pasó llorando toda la noche, e incluso rezó, pero lo último no es seguro.
Otros dos escritores le pronostican un futuro grandioso si por fin  aceptara publicar sus escritos. Pero el público nunca podrá comprenderlos, por eso ella nunca los mostrará.
-      ¿Para qué?
Y por la noche, sola, abre el buró, saca sus papeles y borra con aplicación “devolver”, “volver al destinatario”.
-      He visto la luz en su ventana a las cinco de la mañana...
-      Sí, trabajaba.
-      ¡Se va a morir! ¡Querida! Vd debe cuidarse para nosotros...
-      ¿Para qué?
Junto a una mesa llena de todo tipo de platos deliciosos, ella cierra los ojos para no ser seducida por olor de cerdo.
-      María Nikolaievna, - una mujer ordinaria, con pulsera en la mano y todo donde debe estar, dice a la dueña de la casa - ¿me pasa Vd. un vaso de vino?
Mujer demoníaca cierra los ojos y grita histericamente:
-      ¡Vino, denme vino! ¡Tengo sed! ¡Quiero vino! ¡Voy a beber! ¡Bebí ayer! ¡Y beberé mañana!
En realidad no hay nada de provocante y trágico en que una dama lleve tres días bebiendo un poquito. Pero la mujer demoníaca puede actuar de tal modo que todo el mundo piense que es muy provocante. ¡Qué misteriosa es!
-      ¡Ella está bebiendo! ¡Y dice que va a beber más!
Una mujer ordinaria come y dice:
-      María Nikolaievna, deme un trocito de arenque...y con cebolla...me gusta mucho la cebolla.
Y la demoníaca  abrirá desmesuradamente los ojos y gritará:
-      ¿Arenque? Sí, sí, denme arenque, tengo hambre, quiero arenque, quiero! ¡quiero! ¿Ésto es cebolla? Sí sí, denme cebolla, denme mucha cebolla..denme todo eso, rápido rápido...Miren todos! ¡Estoy comiendo arenque!!!
En realidad nada pasó, solamente alguna mujer a quien se le abrió el apetito y quería algo salado. ¡Pero qué efecto!
-      ¿Han visto? ¿Han visto?
-      No debemos dejarla sola esta noche...Y si se pega un tiro con el cianuro ese que le van a mandar el martes que viene…
A veces en la vida tienen lugar momentos no muy agradables y simpáticos, cuando una mujer ordinaria, con temblor en la voz, dice: no voy a tardar mucho tiempo, es que sólo necesito veinticinco rublos, no más...lo devuelvo lo más pronto posible... la semana que viene o en enero...
Y la demoníaca se echará encima de la mesa, los ojos misteriosos, casi cerrados:
-      ¿Por qué le miro a Vd así? Yo se le diré. Escúcheme, míreme,yo quiero que me mire, ¿me oye? Quiero que me dé ahora mismo, ¿me oye? Ahora, déme veinticinco rublos. Lo quiero. ¡Exactamente Usted! ¡Exactamente a mí! ¡Exactamente a mí! ¡Exactamente veinticinco! ¡Yo quiero! ¡Soy ingrata! ¡Ahora lárguese de aquí! ¡Váyase!
Una risa histérica estremece todo su ser..incluso los dos seres...a ella y a él.
Él, se estremecerá completamente pero no llegará a comprender que acaba de darle veinticinco rublos que nunca le serán devueltos.
-      Saben, hoy ella se ha portado muy extraño,...es una mujer misteriosa...Me ha dicho que no vuelva la vista.
-      Sí, aquí hay algo misterioso...
-      Puede ser que se ha enamorado de mí...
-      !
-      ¡Qué misterio!  
Мари Мартнер

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